¿Cuáles son las aplicaciones del gas natural en nuestra vida cotidiana?

El gas natural tiene muchas aplicaciones en nuestra vida cotidiana. Además, es una de las fuentes de energía que más utilizamos en nuestras casas. Su amplia disponibilidad en las ciudades ha animado a millones de consumidores a utilizarlo durante décadas. A continuación, se lo explicamos por si nunca le ha dado importancia, entre otras cosas, dónde se origina y qué importancia tiene.

Debemos saber de dónde procede el gas natural y cómo se genera antes de poder hablar de sus ventajas y aplicaciones. Es uno de los combustibles más limpios; la palabra "natural" se refiere a la falta de procesamiento químico en su síntesis. La mayor parte procede de la descomposición orgánica de animales y plantas en varios vertederos. Dicho esto, podemos examinar otras cuestiones, como sus múltiples aplicaciones.

El gas natural tiene varios usos, entre ellos el consumo comercial, industrial y residencial. En este último nos centraremos, ya que, además de usarlo para la calefacción, puede utilizarse para muchos otros fines en nuestra vida cotidiana.

Examinando las diversas aplicaciones del gas natural en nuestra vida cotidiana

La mayoría de las personas que utilizan gas natural en sus hogares lo hacen para alimentar el boiler, que produce agua caliente y calefacción. Sin embargo, el gas natural no sólo se utiliza para este fin en nuestros hogares, sino también en las cocinas.

Aunque la mayoría de los usuarios no son conscientes de este uso, siguen existiendo equipos que funcionan con gas, como lavavajillas, congeladores y estufas.

También puede utilizarse en chimeneas y sistemas centrales de aire acondicionado, y sirve como fuente de energía para boilers y sistemas de aire acondicionado. Su uso garantiza un consumo energético sostenible tanto en verano como en invierno. El gas natural ha encontrado una nueva aplicación en el transporte, aunque no tan conocida como los automóviles convencionales de gasolina y los cada vez más populares vehículos eléctricos.

Los automóviles propulsados por gas natural son otra opción respetuosa con el medio ambiente. El transporte público alimentado de este modo también es frecuente en lugares como Madrid, donde los camiones de la basura y los autobuses funcionan con el mismo gas que los habitantes de la ciudad.

Gas natural en casa

Para poder utilizarlo en nuestra casa, tuvimos que firmar un contrato de suministro. Es importante tener en cuenta que el gas natural llega a nuestras residencias a través de una red de tuberías que atraviesan las ciudades, dando servicio a las comunidades circundantes. La empresa hace un seguimiento de nuestro consumo a través de una serie de contadores independientes, tras lo cual nos factura.

Al igual que el mercado de la electricidad, el del gas natural presenta características propias. En primer lugar, hay dos tipos de empresas comercializadoras: las de referencia y las de último recurso. Las comercializadoras de referencia ofrecen tarifas reguladas o de último recurso, en las que los precios los fija el Estado. Por el contrario, los proveedores del mercado eligen sus tarifas en función de la oferta y la demanda.

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¿Qué electrodomésticos utilizan gas?

El gas natural es una de las fuentes de combustible más utilizadas en las viviendas, ya que puede alimentar una gran variedad de productos y aparatos de uso cotidiano.

En un hogar, el gas natural se utiliza a menudo para calentar de forma segura y eficaz todo el espacio y proporcionar agua caliente a habitaciones individuales. Sin embargo, algunos aparatos funcionan con gas natural en lugar de electricidad.

Lista de aparatos que funcionan con gas

Como alternativa a los electrodomésticos tradicionales que funcionan con electricidad, los aparatos de gas natural ahorran costos energéticos y benefician al medio ambiente. 

A continuación, se ofrece una lista de electrodomésticos y otros aparatos que pueden funcionar con gas natural como combustible: 

  • Radiadores.
  • Cocina de gas.
  • Estufa.
  • Calentador de agua.
  • Parrillas.
  • Lavadoras.
  • Lavavajillas.

Debido a su mayor eficiencia y menor contaminación, muchos de estos electrodomésticos presentan ventajas frente a los aparatos tradicionales que utilizan electricidad, sobre todo en lo que se refiere a ahorro de costos y responsabilidad medioambiental.

Por ejemplo, las placas vitrocerámicas son más eficientes y se calientan más rápidamente que las eléctricas, lo que puede suponer un aumento de la factura energética y la necesidad de encender la luz al cocinar. Esto permite controlar mejor la temperatura. 

Uno de los electrodomésticos más utilizados de la casa, el lavavajillas, tiene un 35% menos de horas de funcionamiento y consume menos energía. Le sigue la lavadora bitérmica, que consume un 25% menos de energía y necesita menos tiempo para lavar la ropa que una eléctrica.